Ideación de Producto
Hace unos días tuve una llamada de alguien que me pidió ayuda para la creación de contenido de su empresa. Me dijo “Ya he organizado todo para comenzar a vender” durante la llamada le hice una serie de preguntas:
¿Cuánto dinero para publicidad tienes?
¿Cuál será tu estrategia para difundir tu nuevo producto?
¿Dónde está tu nicho ideal y cómo vas a llegar a él?
¿Cómo vas a escalar el negocio?
¿Cuál es el diferencial real de comunicación?
¿Cómo tienes planeado el crecimiento?
¿Adivinas lo que me contestó? No tengo ni idea de lo que me dices
El engaño del producto perfecto.
Cuando un producto se está creando, se debe pensar en tres elementos:
El producto: donde se deben identificar los diferenciales de una manera sencilla. De lo contrario no será competitivo.
La difusión: la mejor estrategia para propagar el conocimiento de tu nueva marca o de tu producto. Esto conlleva el gasto de publicidad, los puntos de publicidad, tal vez las alianzas comerciales y sobre todo, la estrategia del embudo.
El crecimiento: cuál será la siguiente etapa del producto. Aquí debemos contemplar cómo será la forma más fácil de exponenciar nuestro producto. ¿Qué pasa si mañana se le debe vender a un público 100 veces mayor?
Tener el producto perfecto no dice nada, y no asegura nada. Es la estrategia que apoya ese producto. Si nadie te conoce, a nadie le va a importar lo que haces.