La pirámide de personaje | El secreto de la influencia.
Últimamente he estado analizando porqué algunos personajes se recuerdan más que otros.
Estaba en una clase, y vería al expositor y pensaba “este tipo sabe muchísimo del tema” sin embargo, algo dentro de mí no me hacía seguirlo, no tenía ese “encanto” para hacerme decidir a saber más de él. Desde ahí comencé a pensar ¿qué se necesita para que uno quiera entrar a consumir más a un personaje? Porque no solo es lo mucho que sabe.
Tras probarlo conmigo y también probarlo con algunos clientes, creo que he llegado a una buena pista. Al menos hasta ahora ha funcionado muy bien.
Ahí te va el descubrimiento, lo llamo: la pirámide de personaje.
Pirámide de Personaje
Quiero que imagines una pirámide, o un triángulo, como prefieras, y quiero en cada una de sus puntas pongas esto:
Punta 1: Saber Mucho:
Es indudable que para que alguien quiera seguirte, necesitas saber mucho de un tema. No necesitas saber varias cosas, pero sí mucho de un solo tema. Por ejemplo, hace poco hice un curso de cómics y me sorprendía cómo esa persona sabía la historia, la evolución, las formas, los contextos… Saber mucho de un tema es dejar que ese tema te invada los sentidos, que puedas pensar en el 24/7. En mi caso, el contenido.
Punta 2: Saber Explicarlo:
Un día, un personaje le preguntó a Einstein ¿cómo me explicaría la teoría de la relatividad? El científico pensó un poco y le dijo: “Sencillo. Contemple usted el tiempo, un minuto puede sentirse diferente dependiendo del contexto. Un minuto con las manos en el fuego puede sentirse eterno, un minuto haciendo el amor con una mujer puede ser fugaz. Eso es la relatividad”.
Einstein no solo sabía mucho de un tema, también sabía explicarlo muy bien. Sabía qué hacer para que los demás entendieran de qué estaba hablando.
¿Recuerdas que te dije arriba que había estado en una clase con alguien que sabía mucho? Bueno, pues no tenía ni la menor idea de cómo explicar su tema. Y aunque pueda ser el mejor, la gente se aburrió totalmente.
Punta 3: Ser Polémico
Aquí viene el ingrediente secreto, la fórmula de la Coca Cola. No basta con saber de un tema y saber explicarlo, hay que generar un poco de controversia.
Vamos a ver unos ejemplos:
En un debate entre Hilary Clinton y Donald Trump, ella dio un excelente discurso. Cuando Trump tuvo su oportunidad, en lugar de atacar su discurso atacó con algo MUY POLÉMICO, dijo “Señores, si esta mujer no pudo complacer a su marido ¿qué los hace pensar que complacerá a un país?” Esto debido a que Bill Clinton le fue infiel a Hilary.
Lo sé, puedes estar pensando, eso es ser “grosero” pero quiero que entiendas el término de la polémica. Al siguiente día, nadie habló del discurso súper elocuente, habló de las polémicas palabras del entonces candidato.
Mira bien, las personas que más se siguen en el mundo y hasta las que tú sigues y generan una influencia continua, tienen algo de polémico.
También te puedo contar el caso de Jurgen Klaric, con su “Neuromarketing” unos lo aman, y otros lo odian, pero no puede pasar desapercibido.
Ahora, con esto no estoy diciendo que le recomiendo a mis clientes ser groseros, o vender humo. No. Lo que les digo es que defiendan un ideal polarizado, que no intenten complacer al mundo, que puedan definirse tan bien que solo genere dos cosas: odio o amor, nada más.
Cuando esas tres puntas de la pirámide se cumplen, las personas comienzan a seguir y compartir los pensamientos de un personaje.
¿Te atreves a hacer la prueba?